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Test del reloj: evaluación del deterioro cognitivo

Persona mayor haciendo el test del reloj.

Tiempo de lectura: 8 minutos

La demencia es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, y su impacto no solo disminuye la calidad de vida de quienes la padecen, sino que puede ser una fuente de estrés y muchos otros problemas para sus familiares.

Diagnosticar de forma temprana este tipo de enfermedades puede hacer la diferencia, y para ello, existen diferentes herramientas, como el test del reloj. En este artículo te explicamos de qué se trata esta prueba, cuáles son sus beneficios, qué es lo que mide y por qué es importante para evaluar el deterioro cognitivo de las personas. 

¿Qué es el test del reloj?

El test del reloj, también conocido como clock-drawing test (CDT por sus siglas en inglés), es una prueba que se utiliza para evaluar las habilidades cognitivas de una persona, y verificar si existen signos de demencia. Según Verywell Health, este test se suele hacer en combinación con otras pruebas, aunque la mayoría de las veces con él es suficiente para determinar si una persona tiene algún tipo de demencia.

El propósito del test del reloj es evaluar si hay deterioro cognitivo, por lo que se presta atención a factores como la atención, la memoria visual, y las habilidades motoras de la persona.

Hay que tener presente que lo que se puede ver con el test es si la persona ha perdido alguna parte de sus habilidades cognitivas, por lo que no se puede utilizar para determinar con precisión qué tipo de demencia padece la persona. 

¿Cómo se realiza el test del reloj?

Para hacer el test del reloj se le da al paciente un papel en blanco y un lápiz, y se le pide que dibuje un círculo grande, en el que se deben colocar los números del 1 al 12, en la posición que corresponde a cada hora del día.

Luego, se le pide que dibuje unas manecillas de reloj, con el propósito de marcar una hora específica. De manera general, se puede utilizar cualquier hora para hacer el test, aunque la mayoría de los médicos tiene como estándar las 11:10.

En función de lo que dibuje la persona, se puede saber si hay deterioro mental, ya que las personas con demencia suelen tener problemas para leer los relojes tradicionales. Cualquier dificultad que tenga la persona al seguir las instrucciones, puede ser un indicador de que hay problemas cognitivos.

Un artículo publicado en la National Library of Medicine señala que existen más de 15 escalas validadas para interpretar el test del reloj. Sin embargo, las más utilizadas son la escala de Shulman, con un sistema de puntuación de seis puntos; y la escala de Sunderland, con una escala de puntuación de 10 puntos.

En estas escalas se evalúan algunos aspectos clave del dibujo, como si los números están ubicados de manera incorrecta, si hay errores en la posición de las manecillas, o si el dibujo está incompleto, entre otros.

De esta manera, y teniendo como base la escala de puntuación, se puede determinar si existe alguna alteración en las funciones cognitivas, y si hay indicios de que la persona padece de algún tipo de demencia.

Aunque parezca una prueba muy sencilla, hay que resaltar que el test del reloj solo se puede realizar bajo la supervisión de un profesional calificado, ya que es la persona que cuenta con las herramientas y los conocimientos necesarios para determinar si la persona tiene algún problema con sus habilidades cognitivas. 

Ejemplos del test del reloj en práctica

Como ya señalamos antes, el test del reloj ayuda a identificar problemas con las funciones cerebrales, específicamente con las funciones ejecutivas. De esta manera, es posible identificar disfunciones relacionadas con la planificación y la atención, además de comportamientos repetitivos y déficits visoespaciales.

Tomando como referencia un artículo de Baycrest Foundation, te compartimos algunos ejemplos del test del reloj:

  • Reloj A: se dibujan los 12 números en un solo lado del reloj. Esto indica que la persona tiene problemas con la planificación.
  • Reloj B: en vez de los 12 números, se escriben ceros. Esto es una señal de que hay problemas con el lenguaje, ya que se tiene dificultades para reproducir los números.
  • Reloj C: se dibujan números tanto dentro como fuera del círculo del reloj. En este caso, la persona padece de problemas visoespaciales.

Estos ejemplos son tan solo una muestra de lo que se puede determinar con el test del reloj, la lista es mucho más amplia y depende de la escala que utilice el especialista. Vale recordar que hay hasta 15 escalas diferentes, algunas más complejas que otras. 

Prueba del test del reloj.

¿Qué mide el test del reloj?

El test del reloj mide la pérdida de las habilidades cognitivas en una persona, lo que es útil para determinar si hay deterioro mental. En los ejemplos anteriores pudimos ver cuáles de estas habilidades o funciones ejecutivas del cerebro son las que se miden, sin embargo, vale la pena señalar con más detalle de qué se trata:

  • Función ejecutiva: se evalúan las habilidades que involucran la memoria de trabajo, el pensamiento flexible y el autocontrol.
  • Capacidad visoespacial: el test también mide cómo el cerebro integra la información visual con la capacidad de organizar espacialmente esos elementos en el papel.
  • Atención y concentración: la capacidad de la persona de seguir las instrucciones sin distraerse y completar el dibujo correctamente.
  • Programación motora: la capacidad de abstracción para representar secuencias y movimientos.

A través de todo esto se puede tener una visión general del estado mental de la persona, y saber si existe algún tipo de deterioro cognitivo. Aunque en apariencia se trata de una prueba muy simple, la verdad es que aporta información clave para el diagnóstico de la demencia. 

Test del reloj y Alzheimer

El test del reloj se suele utilizar de forma complementaria para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Por la complejidad de este tipo de demencia, este test no es suficiente, y se requiere de otras pruebas neuropsicológicas, análisis de laboratorio, pruebas de diagnóstico por imágenes del cerebro, y entrevistas con familiares y amigos.

Respecto a esto último, hay que tener presente que, aunque la transmisión del Alzheimer está prácticamente descartada, sí que existe un mayor riesgo de padecer la enfermedad si se tienen antecedentes familiares. La entrevista con la familia puede aportar datos sobre los casos que se hayan podido presentar a nivel familiar, y contribuir al diagnóstico.

Esta enfermedad puede tener un impacto significativo sobre la salud mental de las personas, sobre todo porque el proceso de diagnóstico puede resultar abrumador y causar angustia. En este sentido, es indispensable que la persona cuente con una red de apoyo emocional que le sirva de contención y le ayude a atravesar la situación. 

Beneficios y limitaciones del test del reloj

La lista de beneficios del test del reloj es muy amplia, especialmente, si consideramos la importancia que tiene detectar las señales de demencia o de deterioro cognitivo de forma temprana. El diagnóstico es clave, porque existen muchos tratamientos que pueden ayudar a retardar la progresión de enfermedades como el Alzheimer y otros tipos de demencia.

Algunos de los principales beneficios del test del reloj son:

  • Para hacerlo solo se necesita lápiz y papel, además de que se puede completar en tan solo un par de minutos.
  • Aunque la interpretación de los resultados requiere de un especialista, administrar el test no. En líneas generales, no se necesita mucho entrenamiento.
  • Sus resultados permiten identificar problemas en las funciones ejecutivas del cerebro, lo que facilita el diagnóstico de enfermedades relacionadas con la demencia.

A pesar de que estos beneficios son significativos, se debe tener presente que también hay algunos puntos en contra del test del reloj:

  • Por sí sola, la prueba no sirve para diagnosticar un tipo específico de demencia. Con ella no se puede saber si una persona padece de Alzheimer, por ejemplo.
  • Si no se utiliza de la forma adecuada, se pueden generar errores de diagnóstico. Muchas enfermedades comparten algunos síntomas, y si no se está bien capacitado para evaluar los resultados, se puede hacer un diagnóstico equivocado.

Más allá de estas desventajas que señalamos, el test del reloj se sigue utilizando para evaluar el estado de deterioro cognitivo de las personas. Se suele utilizar de forma complementaria en el diagnóstico de ciertas enfermedades, para determinar la necesidad de hacer pruebas más complejas.

Para prevenir el desarrollo de este tipo de enfermedades, es recomendable realizar ejercicios de estimulación cognitiva con cierta frecuencia. En muchos casos este tipo de ejercicios se utilizan para mantener las habilidades cognitivas de las personas. 

Mujer mayor haciendo test del reloj.

Preguntas frecuentes sobre el test del reloj

Aunque ya hemos abordado algunos de los aspectos más importantes sobre el test del reloj, es posible que aún tengas algunas dudas por resolver. Por ello, en este apartado te compartimos algunas de las preguntas más frecuentes sobre el tema.

¿Qué hacer si el resultado no es claro?

Hay que resaltar algo que ya mencionamos antes, y es que el test del reloj se utiliza de forma complementaria. Es decir, para determinar si una persona tiene o no demencia, se deben hacer muchas más pruebas.

Existen pruebas específicas con las que se puede evaluar la presencia de síntomas como la pérdida de memoria a corto plazo, con las que se puede determinar si la persona tiene un problema en particular.

En todo caso, lo mejor es asesorarse con un especialista, ya que son los únicos capacitados para hacer un diagnóstico y determinar qué corresponde si el resultado del test no es claro.

¿Con qué frecuencia debe realizarse?

No existe una frecuencia predefinida para hacer el test del reloj. Esta prueba se realiza para determinar si hay deterioro cognitivo, por lo que, en primer lugar, deben existir algunos indicios de ello.

¿Es necesario complementarlo con otras pruebas cognitivas?

Sí, el test del reloj se debe complementar con otras pruebas cognitivas, además de análisis de laboratorio y pruebas de diagnóstico por imágenes en algunos casos. Esta prueba es una muy buena herramienta para determinar si la persona está perdiendo parte de sus habilidades cognitivas, pero no es suficiente para hacer un diagnóstico.

 

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